Más vale tarde que nunca, GRANDE MAESTRITO!!!

Antes de leer el comentario escrito por ferenc debo decir que Don yerko "madre hay una sola" y ojala haya disfrutado la once familiar, te extrañamos eh!!!

Así como hemos sido duros con los que han resuelto postergar la Gloriosa Pichanga Dominical, también debemos agradecer a aquellos que hacen un esfuerzo por darle vida a esta hora y media de buen fútbol que nos reúne domingo a domingo. Ya el calorcillo comienza a asomar tímidamente, igual que la llegada de los jugadores a la cancha. El augurio del borderó de jugadores no era bueno, eran las 18:00 en punto y apenas éramos 7 en cancha. Pero en ese momento, cuando la Tía nos fue a prender la luz y nos dio 20 minutos adicionales para darle tiempo a la llegada del octavo jugador, es que la cosa comenzó a tomar forma, comenzó a fraguarse una fecha adicional llena de buenas jugadas y por qué no decirlo, llena de polémicas también. Por si acaso, el octavo jugador es Maestrito, quien raudo desde Maipú llegó a llenar la plaza que faltaba y por cierto que realizó su labor como de costumbre, lleno de energía y derroche de trabajo en equipo y compañerismo. Gracias Roberto por salvar una fecha más de la Pichanga Dominical.
Respecto del partido mismo, podemos rescatar que debido a los cuatro en cancha por cada lado, había espacio para jugar, para echar a correr el balón, para encontrar un descolgado que anotara, para hacer esas jugadas que tal vez con la cancha un poco más llena no sería posible. Por supuesto que Toño nuevamente rerererebautizó la cancha con una de sus meaditas clásicas en la esquina (Maestrito hizo lo mismo pero su esfuerzo por llegar lo exime de cualquier crítica), y los problemas con la meadita básicamente son dos: 1 nuestro querido Toño claramente no tiene problemas a la próstata porque el chorro tipo meá de vaca es prominente y extenso, y 2 la pelota por alguna extraña razón siempre va a parar al lugar que nuestro Toño ha elegido para hacer sus necesidades básicas. Según la Teoría de Maslow, primero se deben satisfacer las necesidades básicas para luego satisfacer aquellas que tienen que ver más con la realización personal, esperemos que nuestro Toño pronto sienta que lo básico de sus impulsos está resuelto para que empiece con la satisfacción de necesidades de más alto nivel, como por ejemplo jugar bien al fútbol.


Vamos al detalle jugador por jugador:


Los Tres Son Multitud

Luisin: patrón del equipo, arrastre de marcas, habilitaciones y penales truchos. Se dio maña de cobrar un penal que en realidad no fue tal, ya que la falta fue al menos dos metros fuera del área. De todas formas se agradecen sus desbordes y medias vueltas.

Maestrito: a mejorar el juego aéreo. Bien en los pases, seguro en la marca. También debe mejorar en la técnica en velocidad, lo que le permitirá plasmar en el terreno sus ideas futbolísticas.

Marcelo: un tanto apagado esta fecha. Este hombre de pocas palabras es de los más regulares del campeonato. Tuvo unas cuantas intervenciones en las que le entregó la pelota al rival, lo que a la postre fue pagado caro por su equipo.

Mowi: si jugara todo lo que habla, estaría jugando en Europa (claro que por su edad a estas alturas sería entrenador)



Los 4 fantásticos

Toño: a mejorar esa pata de palo, ya que con todo lo que corre y se entrega, si pudiera abrazar el balón con más cariño sería un crack. De todas formas hizo un gol imposible, con ángulo cero, pero marcó como los dioses.

Toby: el gran capitán estuvo algo dormido por problemas físicos, pero eso no fue suficiente para apagar su sed de gol, despachándose uno de aquellos, un par de enganches en el corazón del área rival y adentro!

Primo: que entrega la de Primo. Dicen que el que nada hace jamás se equivoca, pues bien anoche escuchábamos a cada rato Primo aquí!, Primo allá!, corre Primo!, puta Primo! Y es que hay que estar ahí para que te digan tantas cosas. Debe ser la juventud que lo hace correr como los 7 pulmones que en realidad es.
Bien Primo, buena entrega.

Ferenc: mejorado día a día el juego aéreo, en esta oportunidad pudo sacar a relucir el juego que más le gusta, echar a correr la pelota llegando al área rival para hacer daño, fue como una punta de lanza que se habría paso a través de la carne rival.